martes, 22 de enero de 2008

Condena Fantasma

Esa hidalguía ante la herida,

ante lo que siempre sabemos que vendrá.

Esa manía por lo absurdo,

esa inocencia de siempre creer en los espirales

aunque viviendo siempre en círculos.


Esa certeza de no tener nada… y entregarlo todo.

Esa tozudez de despedirse y nunca irse.


Esa rebelión de beber whisky,

teniendo el alma llena de vino.

Esa estupidez de regalar flores

cuando deberíamos ofrendar balas.

Esa manía de redimirse

sabiéndonos malditos.

Eso de embriagarse solo… y esperar.

Esto de ser fantasma,

este amor tortuoso con la desdicha cotidiana.

Esto de ser fantasma,

y entregar en cada paso el alma.


Para ti Omar, hermano fantasma de las trincheras absolutas


2 comentarios:

SOMBRA FALSA dijo...

Has elegido al más solitario, perverso y agudo, de todos tus fantasmas, pero es cierto, solo él puede retumbar la verdad entre el whisky social y el vino interno (reserva, de guarda eee)ha sido el único en ver que faltaba fuego a tu cigarro...
Nada que decir, él tiene la razón afiebrada en tus palabras...me encantó (léase de encantamiento, hechizo..lo que sea menos rosado..) este poema, luego me asomo otra vez por acá..no ser que me eches...

y...bebe una copa conmigo, en: http://sombrafalsa.blogspot.com (claro que no soy poeta, pero me gusta un buen vino!)
Besos,

Omar Cid Maureira dijo...

No se, primero gracias, aparece un fantasma en tu espejo,con sonidos y formas que logro reconocer en parte; desde dentro se siente egoismo y falsedad,que es empujada hacia afuera, menos que entregar el alma, parece un espectro dentro de la máquina rogando.