jueves, 24 de enero de 2008

De todos mis personajes te elijo a ti



Esta tarde se hizo tarde.

Los personajes de mi vida se me cruzan uno a uno por delante de los ojos. Me recuerdan épocas, ideas, sueños, temores, rabias, revoluciones dentro y fuera de la piel. Mi historia y la que inventé. Mis traiciones y mis aciertos. Mis heridas y mis galardones. Mis mentiras y las verdades que tengo y tuve.

Todos mis personajes, uno por uno, me presentan su currículo. Los escucho, los sonrío, los lloro. Me miran y los conozco. Algunos de ellos me desconocen y arrancan asustados. Los otros se quedan un rato para luego comenzar a irse. Se despiden y desaparecen. Uno de ellos se queda conmigo y me ofrece fuego para el cigarrillo que tengo en la boca. Aquel que reúne a varios de los otros. Aquel sin época. Para el cual mi paradoja constante es parte de su esencia, sin la cual no existiría. Ese que tiene tanto de mí y tan poco del que el mundo conoce. Mi poeta.

Esta tarde se hizo tarde.

En el cielo no hay arreboles sino una tarde dolorosa, las ventanas muriéndose de amor, y los pulpos con sus ventosas se beben toda la sangre del sol (V.H.). Porque el verso transforma el mundo, las visiones. Describe el alma de las cosas y se olvida de las estructuras. Porque el poeta crea mundos, porque al minuto los destruye en medio de una tragedia. Porque el verso es la flor y la metralla. Porque la melancolía es su espacio de posibilidades y desde ahí ama y odia. Porque en todo ve sincronía y no casualidades.

Porque en cada poema me reinvento. Porque en cada coma respiro, en cada tilde determino una verdad, en cada punto puedo dormir en paz.

2 comentarios:

Omar Cid Maureira dijo...

Elegir al personaje esencial, el que se transforma en su vientre en cada momento, que busca en su código inicial solo una palabra, que torna brazos, sueños y herramientas, desde su estado embrionario; , pero que dentro de él aún solo busca una sola palabra.

Anónimo dijo...

Personajes abundan dentro de todo lo nos sucede, la pregunta, o mas bien la misma respuesta es: quiero ser protagonista de todo lo que decido y de lo que no. A veces surge el interés de ser un mero espectador y verme trabajar en la máquina diaria que no se detiene, como el trabajo de respirar o de desearlo todo de una vez.
Un Calú por tí hermano.